Empieza el año, me voy a Islandia

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Y como si se tratara de un Vespino, el año cuesta arrancarlo. Entre los atracones navideños, el frío, las rebajas, la subida de las facturas y los precios del transporte… al final los propósitos de año nuevo se desvanecen con rapidez. Los que trabajan sufren ahora de nuevo el estrés postvacacional, y los que no trabajan sufren la ansiedad del nuevo año, los estudiantes están inmersos en exámenes, y los gobernantes se dedican a tomar medidas para recaudar aún más. Dicen que es la cuesta de Enero y la verdad es que tienen razón, vivir en Enero cuesta.

Para empezar el mes he estado mirando países a los que emigrar, ya que van a quitar el derecho a sanidad pública a los parados que pasen 3 meses fuera, he buscado un país que tenga muchos derechos sociales, y resulta que Islandia es uno de ellos. Igual soy un revolucionario o algo similar, pero hay algo que me indigna sobremanera, el pago de 219.397 millones de euros a la banca. Lo llaman rescate, y ciertamente parece imposible que un estado no RESCATE  a su sistema bancario… o no. Fíjense en Islandia, en 2008 decidió por referéndum que en vez de salvar a los bancos, los iba a dejar quebrar y que fueran juzgados los responsables de las pérdidas millorarias. Obviamente en primera instancia eso supuso una dura crisis, que duró dos años, y de la que ya han salido. El FMI que amenazaba con sanciones, ha acabado alabando el modelo islandés que ha conseguido bajar el paro del 13 al 5% y a la vez mantener el estado de bienestar. Es cierto que en Islandia viven unos pocos menos habitantes que en Alicante y que el modelo no es extrapolable 100%, pero el dinero de los bancos al final lo han acabado abonando de otra manera para evitar el colapso: han pagado las hipotecas de la población.

En vez de dar ayudas a fondo perdido, de crear bancos malos y de regalar activos «tóxicos» a fondos capitalistas que sacarán mucho beneficio de esos activos cuando pase la crisis, han pagado las hipotecas de la población. En España la deuda hipotecaria es de 660.000 millones, teniendo en cuenta segundas y terceras residencias, bajos comerciales, garajes… mientras que la ayuda ha llegado a 220.000 millones. Si ese dinero de 220.000 se hubiera invertido por parte del gobierno en pagar las hipotecas de los españoles, al menos de las primeras viviendas, los bancos se hubieran salvado, la gente podría invertir dinero, habría subido la demanda interna, se hubiera fomentado el empleo y además el gobierno se ahorraba el 15% de la desgravación por vivienda habitual, lo que supone que en menos de 10 años hubiera recuperado la inversión.

Igual eso de regalar dinero a la población en vez de a los bancos es muy revolucionario, igual eso de salvar los servicios públicos en vez de los grandes capitales suena a idealismo, pero ha pasado en Islandia, no es una utopía. Así que igual me compro un buen «plumas» y me voy a Islandia, allí tendré buena sanidad gratuita, buena educación pública, permisos paternales, guarderías gratuitas, no pagaré con mis impuestos un ejército porque no lo tienen, dispondré de unas instalaciones deportivas de primer nivel, la electricidad es prácticamente gratis… Lástima que haga tanto frío.

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